La palabra valor viene del latín “valere” lo que significa
“ser fuerte”.
Este vocablo alude a todos aquellos principios que le permiten a
los seres humanos mediante su comportamiento realizarse como mejores personas;
es decir son esas cualidades y creencias que vienen
anexadas a las características de cada individuo y que ayudan al mismo a
comportarse de una forma determinada. Los valores posibilitan la determinación
de nuestras prioridades, y ayudan a encaminar la vida del ser humano a una
autorrealización; estas creencias permiten elegir al hombre entre una situación
u otra, o entre una cosa u otra.
La axiología es una rama de la filosofía, que tiene por
objeto de estudio la naturaleza o esencia de los valores y de los juicios de
valor que puede realizar un individuo. Por eso, es muy común y frecuente que a
la axiología se la denomine “filosofía de valores”. La axiología, junto con la
deontología, se constituyen como las ramas más importantes de la filosofía que
contribuyen con otra rama más general: la ética.
Principales corrientes
axiológicas:
· Corriente subjetiva: los valores son apreciaciones u
observaciones que dependen de factores psicológicos.
· Corriente objetivista: no serán los valores cualidades propias a
las personas o cosas.
· Corriente realista: las cosas valen por lo que son y en tanto en
cuanto son, valen más o menos la perfección, es la norma absoluta.
· Corriente idealista: no son valores intemporales y eternos. Son
válidos para todos los tiempos y lugares.
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